¿Gasolina cara? Culpa del gobierno.

En el límite de lo absurdo, resulta que los precios de la gasolina en México no bajan porque el gobierno mexicano lo impide. Para decirlo más claramente, el Gobierno, a través de obstáculos burocráticos, impide la importación del combustible y la apertura de nuevos establecimientos del sector privado, para evitar que le compitan a Pemex.

Como candidato, Andrés Manuel López Obrador prometió que de llegar a la Presidencia no sólo no aumentaría, sino que reduciría el precio de las gasolinas.

Pero en los hechos, bajo la orden presidencial de fortalecer a Pemex, las dependencias gubernamentales “le meten el pie” a los privados y eso al final se traduce en falta de competencia y que no bajen los precios al consumidor.

Aunque reducir el precio de las gasolinas es una de las principales preocupaciones del Presidente de la República, y cada lunes se presenta el “Quién es Quién” en el precio de las gasolinas —en un ejercicio importante de Profeco de Ricardo Sheffield—, lo paradójico es que la falta de competencia y la imposibilidad de que se traduzca en menores precios, es ¡culpa del gobierno!

La comisión antimonopolios, otra vez, puso “el dedo en la llaga” y apunta hacia la política gubernamental que favorece el perfil monopólico de Pemex.

El órgano regulador conmina a la Secretaría de Energía, de Rocío Nahle, a la Secretaría de Economía de Graciela Márquez, a la Comisión Reguladora de Energía y a la Conamer para que eliminen los obstáculos burocráticos que impiden la competencia y participación de las empresas privadas y favorecen a Pemex. Tal y como lo hizo recientemente, con la Comisión Federal de Electricidad, la Cofece acusa, en el caso de Pemex, acciones administrativas desde el gobierno, claramente dirigidas a evitar la competencia. En días pasados, el órgano regulador, interpuso una controversia constitucional ante la Sulprema Corte de Justicia de la Nación, contra la nueva política eléctrica de Sener.

La Corte admitió la controversia constitucional y congeló el embate contra las energías limpias.

En el caso de Pemex, lo que emite la Cofece es una opinión, que no es vinculante. Es decir, no es obligatoria. La opinión puede o no ser atendida por las depedencias gubernamentales.

Entre los señalamientos más importantes de Cofece están: que en México no se observa competencia intensa en el mercado mayorista en el que Pemex es el principal oferente que suministra 87% de la gasolina que se consume en el país.

Que se limita el otorgamiento de permisos de importación y que los tiempos de resolución a las solicitudes de permisos para el expendio al público se han duplicado y existen más de 200 casos sin resolución, además de que se dificulta la entrada de más marcas al mercado mexicano y se imponen obstaculos regulatorios para la instalación y operación de gasolineras en la normativa estatal y municipal, lo que limita la competencia entre ellas para reducir sus márgenes. Cofece puso el dedo en la llaga. Veremos si el gobierno voluntariamente la atiende.

Fuente: El Economista https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Gasolina-cara-Culpa-del-gobierno-20200714-0031.html
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